J. J. Abrams ha revolucionado el universo de la ficción televisiva con Perdidos. Cuando se habla de esta serie, uno se refiere al fenómeno que, sin ser sustanciosamente rentable, ha creado una mitología que excede lo propiamente televisivo. Una red de soportes no catódicos acumula cada uno de los datos necesarios para completar el puzzle de la misteriosa isla que ha unido a los desdichados náufragos del vuelo de Oceanic 815. No vamos a hablar de las miles de recónditas esquinas donde pueden hallarse las pistas que hacen falta para saber qué es la Iniciativa Dharma, porque podríamos estar hasta el día del juicio. Vamos a referirnos a la obsesión de Abrams por hacer de la ficción un mundo paralelo en la realidad.
Cinéfilos de todo el mundo se están haciendo sus gayolas con Cloverfield, como ha venido a llamarse al proyecto que oficialmente no tiene aún nombre y que capitanea el creador de Alias. El trailer que precede a Transformers lo tiene todo para enganchar. Una puesta en escena brutal y un virus que se inocula en el cerebro y que hace reverberar una y otra vez "qué narices es esto".
No vamos a revelar nada de dicho trailer. El que sienta interés, que lo vea con ojos vírgenes. Lo que sí hay que mencionar es la forma en que la promoción de la película está jugando las mismas cartas que series como Perdidos o Héroes. En lugar de obligar al posible espectador a rumiar panfletos publicitarios, se conmueve a éste mediante intrincados juegos de muñecas rusas que levantan la curiosidad detectivesca. A través de dos blogs que referencian a un inexistente profeta, el márketing crea una mitología ficcional que se la pone dura a flipadetes del mainstream como quien suscribe.
No digo más. Y como además quiero colaborar en este mecanismo de hacer dinero sin ver un duro, no añado ningún link. Búscate las habichuelas y disfruta del juego del descerebro.
P.d.: Al loro con las teorías de los más enfermos de youtube al desmembrar las escasas imágenes de la película que hay en circulación...
2 comentarios:
Desde luego, no doy abasto. En plena inmersión en la tercera de los Soprano me recuerdas que Perdidos es mi eterna asignatura pendiente (Perdido sí que estoy yo). Por poco tiempo, neng, por poco tiempo. En cuanto vea la próxima nómina me pillo la caja con las dos primeras temporadas del invento. Ya tienes lo que queríassssss...
Perdidos es un virus, man. Mi cuñado se pimpló las tres temporadas en dos semanas, siendo la tercera la que más entusiasmó. Con decirte que se la mamó en dos días...
Por cierto, yo sí hice mis deberes y me bebí las dos de Prison Break. Qué grande es T-Bag.
Publicar un comentario