jueves, 16 de agosto de 2007
Cloverfield, o la perfección del Mainstream
jueves, 9 de agosto de 2007
Achilipú, quepú, quepú
Tira, tirae
Nos estrenamos en el terreno de la tira "cómica". No sé si con mucha o poca fortuna, pero la influencia del desternillador es demasiada como para seguir ignorándola. Una esquela en prensa inspiró esta, como no podía ser menos. Que ustedes la disfruten.
viernes, 3 de agosto de 2007
Bosco 2007
miércoles, 1 de agosto de 2007
Violarte urbano
Lo más peculiar de esta iglesia es que es objeto desde hace meses de la socarrona profanación de un chaval -intuyo que es un chaval, por la altura mental y espacial de las pintadas que aparecen- sobre las paredes y puertas del templo.
La primera de estas profanaciones fue sencillamente brutal. Sobre las enormes puertas de roble oscuro como el betún llegó aparecer una violentísima pintada en spray plateado que rezaba -nunca mejor dicho-: Viva Satán. Ahí es nada. Uno está curado de espanto, pero reconozco que al pasar por la estrecha cuesta que desciende sobre la entrada del santuario y fijarme sin previo aviso en la consigna demoníaca, tuve un pálpito de serie B. No me quiero ni imaginar el párroco pacorro que se hace cargo del lugar. Habría sido como si en el dormitorio del rey hubieses colgado unos visillos con la tricolor y la cara de la pasionaria tejida a ganchillo. Un bofetazo de antagonismo.
La segunda pintada llegó en la esquina nordeste. Para esta ocasión, el muchacho desconocido optó por un mensaje más punky y, aerosol en mano, hizo un poema de un solo verso que decía: Dios es un yonki. Como artista, esta persona ya presentaba una evolución en su mensaje. Pasaba del discurso de masas a un golpe directo y particular, una apreciación personal al tiempo que interpretable. ¿Se refiere a que es un yonki de acuerdo a algún tipo de adicción? ¿Quizás viene a decir que Dios ha pasado a necesitar a su feligresía como el enganchado a su heroína? En este caso, la imagen de miles de pequeños votantes del PP precipitándose en masa a través de la diminuta perforación de la aguja hacia las venas de la magna divinidad es, eso mismo, divina. Sea como fuere, la pintada desapareció a los pocos días.
Pero no hay dos sin tres. Dios sigue siendo un yonki aunque lo
borreis. Esa fue la cresta de la ola. Con un nuevo mensaje, el artista oculto vuelve a mostrar su descaro, esta vez reafirmando que su obra jamás será efímera, y que pervive más allá de su materialización. Lo que se dice un tipo tocapelotas. Un porculero. Cabe destacar en este punto, que el lugar donde aparecen las pintadas como caras de Bélmez, es una pared que está frente por frente a la casa hermandad de la parroquia. Así que en términos profanos -de nuevo, nunca mejor dicho-, es como si este creador de basura intelectual se meara en la cara de quienes quieren censurarle.
Todo pasa de moda, hasta el transgresismo. La fertilidad creativa de nuestro amigo desconocido zozobra, y ante la falta de estímulos, vuelve a decantarse por aparecer con un leitmotiv que parece que da juego: Dios es un yonki. No se lo piensa. Si le borran, él regresa con su mensaje. Un ciclo de hinchahuevos sin fondo ni trasfondo. Un tipo aburrido en las desiertas calles de la ciudad. Un iconoclasta que no conoce la palabra que le define.
martes, 24 de julio de 2007
Chacal a la española
Figueira Da Foz, el rincón playero que abastece a la zona centro de Portugal, ha sido el marco de la detención del prófugo de la justicia más famoso de la reciente criminología española. La frase "cayó sobre él una nube de agentes" sólo queda ensombrecida por la imagen del escurridizo ladrón de bancos abriendo la bolsa que le acompañaba en la terraza donde estaba almorzando cuando dos individuos se dirigieron a él por su nombre. Un estupendo comienzo para una película estructurada a base de un larguísimo flashback. El asaltante conocido por todos como El Solitario acababa de ser apresado después de años ocupando titulares bajo la apariencia de un barbudo metódico e infalible.
No es cosa de risa ni de romanticismo el hecho de que Jaime, como se llama nuestro Chacal nacional, se haya llevado por delante tres personas en sus atracos, pero a pesar de ello, no se puede evitar una mueca de sorpresa al descubrir la persona que se ocultaba bajo las pelucas y las barbas. Cuando han registrado sus pertenencias en Las Rozas han descubierto un arsenal de cotas paramilitares, además de multitud de artefactos para construir máscaras humanas que modificasen su apariencia física. La realidad supera a la ficción, pero cuando esto sucede en España, no pasan de ser cicatrices de la España profunda: envenenamientos, ajustes de cuentas entre familias de pedanías bajo un sol de justicia, navajeros que entran armados con catanas en comisarías o guardias civiles que entorpecen labores de vigilancia de mafias chinas.
Cualquier mofa de la realidad sobre la ficción en nuestro país parece que tiene un tufillo de parodia, así que cuando se topa uno con un elemento como El Solitario, los sacapuntas de los "criminólogos" españoles empiezan a echar humo. El criminólogo español, un personaje por el que siento una admiración que navega a medio camino entre la burla y la sorpresa, se frota las manos y llama compulsivamente a editoriales para reservarse la "historia definitiva sobre El Solitario", relatos infectados de moralina y orgullo, historias empapadas de fetichismo y morbo. Ya están robando minutos, horas y días de informativos y especiales, han activados los contestadores de sus "oficinas" y "despachos" para que los medios impresos concierten citas en las que volcar sus sesudos análisis acerca de la personalidad de este siniestro asaltante.
Ahora está en un calabozo de Coimbra, posiblemente mascullando para sus adentros o charlando relajado con otro preso en un perfecto portugués (uno de los cinco idiomas que controla), lamentándose de los errores cometidos en sus correrías, afinando en su imaginación cada uno de los planes. Es ex marido y padre de dos chavales. Tiene una enorme bandera de Brasil en el salón de su casa. Parece que vivía de los botines que sacaba en sus atracos. Un profesional. Un freelance de la delincuencia. Un tipo que trabaja solo, sin ayuda. Y ahora está en Coimbra, encerrado, a la espera de juicio en Portugal y con la incógnita de si será extraditado a España. Y probablemente esté tranquilo.